Cuando de imagen pública hablamos van implícitos los comentarios acerca de las noticias, reportajes, notas y columnas que los medios de comunicación realizan acerca de la figura pública.
Cuando un candidato se muestra como el “amigo del pueblo”,” el honesto”, “el que eliminara el crimen organizado y nos ayudara a ser una sociedad mejor” automáticamente se gana nuestra simpatía.
Pero, ¿Qué pasa cuando llegan al poder gracias a nuestro voto? Tal parece que se les olvida lo que alguna vez prometieron, dejan de saludar de mano al indigente, sus respuestas ante la sociedad dejan de ser alabadas y aplaudidas por el pueblo, hasta me atrevo a decir que el tono de su voz cambia.
Es ahí cuando el ciudadano se siente traicionado por su gobernante y deja de creer en el sistema político que su mismo candidato le hizo idealizar.
Pero esta imagen no solo depende del candidato en sí, su departamento de comunicación social tiene una función trascendental en la historia del personaje público.
Y es que la información que le se sea transmitida a los medios desde este departamento, formará un punto de partida para la percepción del personaje público y si a esto le sumamos las malas declaraciones públicas que no aclaran el porqué de una situación, imagínense ustedes la percepción que el ciudadano tendrá acerca del personaje público.
Por citar un ejemplo, recordemos la administración pasada de Soledad de Graciano Sánchez, los medios de comunicación mostraban a un alcalde difícil, grosero y un tanto altanero, que no veía por el bien de de su municipio, más que por sus propios intereses; muy por el contrario ahora en la nueva administración, en donde percibimos que su principal objetivo es la seguridad, erradicar la corrupción y contar con mejores elementos de seguridad pública, así como mantener finanzas sanas.
Ahora bien, las notas transmitidas en los canales de televisión local (canal 7, canal 13 y canal 10 de cable) acerca de Soledad, tienen un tono más ligero y tranquilo, donde en vez de pedir justicia y que “se pongan a trabajar”, lo único que piden es que en verdad cumplan su objetivo, además de que muestran a los personajes públicos de esta administración en un ambiente tranquilo, dentro de su oficina.
Estas acciones e imágenes nos hacen deducir que su departamento de comunicación social sí está realizando bien su trabajo, pues hasta el momento no han entrado en ningún mal manejo de crisis comunicativa.
¿De qué manera llegamos a esta conclusión? Llegamos a ella, gracias a la información emitida por el departamento de comunicación social y los mismos los funcionarios públicos, que no se contradicen, además de la información transmitida en los medios de comunicación, donde se observa que se están llevando a cabo acciones que lo fundamentan (imágenes, notas, declaraciones).
Ahora bien, que pasa con el Ayuntamiento de San Luis Potosí, lamentablemente muchos ciudadanos se sienten defraudados, pues a no más de tres meses del cambio de administración, ya se suscitó el primer conflicto y es la propuesta al aumento en el pago de impuesto al predial.
No se dice porqué, ni cuándo, ni cómo, la información emitida solo se delimita a exhibir las declaraciones de algunas personas que conocen del tema, las cuales no ayudan mucho a la comprensión de este asunto.
Las entrevistas son apresuradas, en lugares abiertos, llenos de reporteros alrededor, lo que causa mucho ruido en la información que se trata de trasmitir, tan es así que las primeras manifestaciones por parte del sector empresarial ya se están haciendo escuchar.
Se necesitan informes, declaraciones, dar a conocer los posibles resultados, beneficios, consecuencias etc. cualquier dato, que expuesto de la manera apropiada vuelva eficaz el mensaje, el cual debe de ir de acuerdo al contexto de la situación y al momento de la situación, ayudando entonces al personaje público a no caer en el desagrado y repudio de la población.
No se trata de tapar el sol con un dedo, ni hacer una nube rosa de la acciones, sino de ser concretos, precisos y congruentes entre lo que se dice y lo que se hace, siendo lo más puntual posible, para no dejar launas que pudieran involucrar a la organización que representa el funcionario público en una crisis de medios.